lunes, 1 de junio de 2009

Avenida de Mayo, Buenos Aires

La Avenida de Mayo, situada en el barrio porteño de Monserrat, fue el primer bulevar que tuvo la Ciudad de Buenos Aires, Argentina y la columna vertebral del centro histórico y cívico de dicha urbe. Nació opulenta y majestuosa y se transformó con el tiempo en símbolo de las relaciones argentino–españolas y en escenario de todas las manifestaciones sociales porteñas. Fue la primera avenida de la República y de toda Sudamérica.
Comienza en la calle Bolívar y su trazo de este a oeste corre entre las laterales Hipólito Yrigoyen y Avenida Rivadavia. De esta manera conecta la histórica Plaza de Mayo con la Plaza del Congreso en una extensión de unas diez cuadras.
Se inauguró en 1894 con el pretexto de que sirviese de pulmón de la población que se concentraba dentro del sector central de la urbe y fuera además la vidriera de presentación de la ciudad al mundo.
Su planeamiento fue muy debatido y resistido pues requirió la expropiación y demolición de construcciones pertenecientes a la alta sociedad, además de considerarse sumamente costoso. Su realización se inspiró en los bulevares de París, pero la caudalosa vertiente inmigratoria española tipificó su carácter hispánico al poblarse de teatros de zarzuelas, cafés de tono madrileño, ateneos, asociaciones literarias y peñas formadas por ellos, influyendo en su arquitectura, razón por la cual se la suele comparar con la Gran Vía madrileña.
Se convirtió en el grandioso escenario de la vida pública de principios del siglo XX y los frentes de sus sofisticados edificios de estilo art nouveau, neoclásico y ecléctico constituyeron el magnífico marco de recepción de los ilustres visitantes extranjeros. Es tal vez el mejor ejemplo urbano de la prosperidad de la Argentina de principios del siglo XX: debajo de ella circula el primer subte
(metro) que hubo en el Hemisferio Sur.
En ella se recibieron como héroes a los tripulantes del legendario Vuelo del Plus Ultra, o al popular Jorge Newbery y fue el lugar donde el pueblo presenció con tristeza el desfile lento de los cortejos fúnebres de muertos ilustres.

Justo al lado de la parada de subte, catedral, da comienzo la Avenida de Mayo; saliendo de la estación te encuentras a la izquierda con la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.

A la izquierda el Cabildo, a la derecha la Sede del Gobierno de la Ciudad y en medio da comienzo La Avenida de Mayo.
Justo detras de Cabildo, nos encontramos con este pasaje lleno de historia en la Avenida de Mayo. Este pasaje nace como consecuencia de la apertura de la Avenida de Mayo (inaugurada el 8-7-1894). Su altura es Av. de Mayo 560, a continuación del Cabildo, y la edificación original de 1878, que con el trazo de la avenida debió ser modificada.
El edificio era propiedad y residencia de Don Angel Roverano. Inicialmente tenía dos plantas con actividades bien diferenciadas. En el nivel inferior funcionaba una galería con locales destinados, en su mayor parte, a servir de estudio a escribanos y abogados, dada su vecindad con los Tribunales, en esa época situados en el Cabildo. La planta alta estaba destinada a viviendas.
Realizada la apertura de la Av. de Mayo , el edificio quedó sin fachada sobre el nuevo boulevard, hasta que en 1912 comienza la remodelación, obra del arquitecto Eugenio Gantner, que termina en 1918. La transformación fue importante: la planta baja quedó convertida en un pasaje, se le agregaron tres subsuelos y seis pisos. En total la superficie cubierta es de 6.250 m2, la del lote 748 m2. Las medidas de sus frentes son: 17,20 metros sobre Av. de Mayo y 16,20 metros sobre H. Yrigoyen.
La galería o pasaje, que desemboca en la calle Hipólito Yrigoyen, está comunicada, mediante una curiosa entrada con la Estación Perú del Subte A. Esta unión entre el edificio de Sr. Roverano y la estación de la Cía. de Tramways Anglo-Americana data de 1915.
No se puede dejar de admirar las ocho columnas de mármol “ónix” ni su escalera, que es del mismo material en todos sus escalones hasta el primer piso.
Aquí, (hacia los años 1920) transmitió, desde el sótano, la primera broadcasting de radio que se autoproclamó “La Hora del Pueblo”, con todos los partidos políticos y fue donde se concretó el primer acercamiento entre radicales y justicialistas ( Ricardo Balbín y Daniel Paladino representante personal de Juan Domingo Perón).

La peluquería del local que está sobre la Avenida es centenaria. Primero sus dueños eran los hermanos Smiriglio, y actualmente es propiedad de la familia Romano. Su antigüedad la testimonian sus maderas originales y su mobiliario. Y una fomentera, cuyo admirable aspecto se impone apenas se ingresa. Es un elemento decorativo ahora, pero en épocas pasadas en ella se calentaban los paños para los fomentos faciales que se les colocaban a los recién rasurados.

En el otro local funcionó, por muchos años la primera Compañía Aérea Nacional AEROPOSTA ARGENTINA que viajaba a la Patagonia. La Aeroposta Argentina fue una línea aerocomercial que desde Toulouse, Francia, extendió sus servicios hasta Sudamérica, y desde aquí, a través de la Línea Patagónica, al sur argentino. El 1 de Noviembre de 1929 parte en vuelo inaugural desde el aeródromo de Harding Green con rumbo final a Comodoro Rivadavia, previas escalas en Trelew y San Antonio Oeste, el avión pilotado por Antoine de Saint Exupéry.
El autor de El Principito trabajaba para la Compañía Aérea Nacional, que tenía sede en el segundo piso, y pasaba a buscar las sacas de correo para hacer de cartero aéreo, en su monoplano, entre la Capital y la Patagonia.

Primer arribo de Saint Exúpery a Santa Cruz, finales de la decada de 1920. S Exupery es el del saco de cuero y la mano en el bolsillo, a su derecha esta Cambaceres, otro gran aviador.

Confitería London City Avenida de Mayo 599 “El London” se inauguró en 1954, y desde entonces lo visitan políticos, artistas y empleados que trabajan en el centro. En sus mesas, el escritor argentino Julio Cortázar escribió su novela, Los premios, que en la primera página dice “Era en el London de Perú y Avenida”.

Palacio Urquiza Anchorena Avenida de Mayo 747 . El pasaje de este edificio conecta Avenida de Mayo con la calle Rivadavia. Fue construido por el ingeniero Sanguinetti en 192l. La cúpula de este edificio es una de las 24 de la Avenida que serán iluminadas por el gobierno porteño.

Café Tortoni Avenida de Mayo 825 . Fundado en 1858 por un inmigrante francés, es el café más antiguo de Buenos Aires. Se encuentra en su ubicación actual desde 1880 (al principio funcionaba en la esquina). En 1898 se abrió la magnífica puerta sobre Avenida de Mayo. La fachada es obra del arquitecto Alejandro Christophersen. Dos décadas más tarde, el Tortoni ya era centro de reunión de la intelectualidad porteña. En el interior del café –habitualmente colmado de porteños y de extranjeros– cuadros, poemas y bustos dan cuenta de su historia. En el Tortoni se presentan espectáculos de jazz y de tango; al fondo se puede jugar al pool. En su menú subsisten algunas bebidas en extinción, como la leche merengada.

En el cruce con la Avenida Nueve de Julio, nos encontramos con las estatuas de la Virtud y la Sabiduria.
La Avenida se desdibuja al cruzarse con la anchísima 9 de Julio. Aquí pueden observarse, en una plazoleta del lateral sur, el monumento que recuerda la imagen del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha con un pedestal blanco que busca imitar las colinas manchegas, realizado en conmemoración de los cuatrocientos años de la segunda fundación de la ciudad. Su escultor: el español Aurelio Teno. En la plazoleta, frente al Quijote, se destaca una Fuente Decorativa Francesa.

Hotel Castelar Avenida de Mayo 1150 (Hotel Excelsior desde 1928 hasta 1959)
Esta obra del arquitecto Mario Palanti, responsable también del Palacio Barolo, fue inaugurada en 1928. Uno de los hoteles más importantes de Buenos Aires, el Castelar alojó al poeta español Federico García Lorca durante los seis meses que vivió en la ciudad, en la década de 1930. El hotel también fue sede de una famosa peña de artistas que reunía a Norah Lange, Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo y muchos otros.

Teatro Avenida Avenida de Mayo 1212 Se inauguró en 1908 con una obra de Lope de Vega. Las zarzuelas del Avenida fueron un clásico en Buenos Aires hasta que, por un incendio, el teatro se cerró en 1979. La reapertura fue en 1994, con la presentación del cantante español Plácido Domingo. Actualmente, este teatro conserva su tradición dramática española.

Bar Los 36 billares Avenida de Mayo 1265 Inaugurado en 1894, “Los 36” es uno de los bares más tradicionales de Buenos Aires y uno de los centros más importantes de billar de todo el país. Tiene mesas de pool, de snooker y, por supuesto, de billar.

Avenida de Mayo 1297 Hotel Chile Esta obra del arquitecto francés Jules Dubois es un exponente del estilo art noveau de comienzos de siglo, con su fachada de líneas sinuosas y ricos detalles ornamentales. El hotel abrió en 1935.

Edificio Barolo Avenida de Mayo 1370
El Palacio Barolo fue construido por el arquitecto italiano Mario Palanti para Luis Barolo, un poderoso empresario textil. Inaugurado en 1923, fue el edificio más alto de la ciudad de Buenos Aires hasta la construcción del Kavanagh en 1935. Cada piso tiene un diseño distinto y la cúpula central está a la altura de un piso 24. Desde hace muchos años, es un edificio de oficinas. En su cúpula hay un faro de 300.000 bujías que se usaba para difundir noticias. Palanti era un estudioso del Dante Alighieri; el edificio, de estilo neogótico romántico, está lleno de analogías y referencias a la Divina Comedia. La planta del edificio está construida en base a la sección áurea y al número de oro. Como la Comedia, el Palacio está dividido en tres partes: Infierno, Purgatorio y Cielo. El faro representa los nueve coros angelicales. Sobre el faro está la constelación de la Cruz del Sur, que se ve alineada con el eje del Barolo en los primeros días de junio a las 19:45. La altura del edificio es de cien metros y cien son los cantos de la Divina Comedia. El Palacio Salvo, en Montevideo, es hermano gemelo del Barolo.

Edificio La Inmobiliaria , el edificio lleva el nombre de su primer propietario, una compañía de seguros. La obra es de 1910 y fue proyectada por Luis Broggi. Sus cúpulas rojas y sus líneas generales se consideran dentro del neo-renacentismo. En el último piso se ven estatuas de Venus y Apolo.

1 comentarios:

Anonymous Susana de Buenos Aires ha dicho...

La Avenida de Mayo tiene un encanto muy particular, es muy linda para caminarla y observarla y sobre todo sentirla, sus olores su mixtura su gente. Es una Avenida con mucho sabor español-

Gracias por mostrarla de esta forma tan impecable con sus fotos calles y arquitectura-

4 de junio de 2009, 10:19  

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