domingo, 31 de mayo de 2009

Las siete puertas

En el Paseo de Isabel II de la Ciudad de Barcelona, a menos de cincuenta metros de los muelles del puerto existe un edificio singular que alberga a un conocido restaurante, de nombre evocador, "Las siete puertas". La primera vez que contemplamos con detalle este edificio intuimos que sus muros guardaban un secreto misterioso: el de la piedra filosofal de los alquimistas. Poco a poco, a medida que fuimos estudiando e investigando al inmueble y a su constructor, llegamos al convencimiento de que habíamos encontrado una verdadera "morada filosofal".
Para Fulcanelli, alquimista del siglo XX, es mucho lo que se ha escrito sobre la vida de este personaje, pero la mayor parte de sus biografías están basadas en testimonios inciertos, pues al parecer ocultaba expresamente toda información sobre su persona, propiciando la circulación de infinidad de rumores. Algunos han especulado sobre su posible nacimiento en 1877 en Villiers-le-Bel (Francia) y su muerte en la pobreza en París el año 1932.
Pero continuemos con el significado, una "morada filosofal" es todo soporte físico de una verdad hermética. Desde este punto de vista son "moradas filosofales" algunas catedrales góticas, y algunos edificios ornados con símbolos e imágenes cuyo descifrado indicaría los distintos pasos y características de las operaciones alquímicas.
Pero volvamos de nuevo a este extraño edificio. Fue el primer edificio con agua corriente en la ciudad y también la imagen de la primera fotografía hecha en España. Esta también fue la primera residencia de Pablo Ruiz Picasso cuando llega a Barcelona en 1895, desde su azotea pintó algunos de sus paisajes urbanos.
Lo construyeron Josep Buixareu i Françesc Vila bajo encargo de Josep Xifré, nacido en Areyns de mar y emigrado a Cuba donde hizo fortuna comerciando con pieles y con el contrabando. Fue al regresar a Barcelona cuando hizo el encargo de estas 5 casas que forman un gran pórtico como vivienda para sus familiares, tiene elementos románticos, de estilo isabelino, con columnas jónicas que forman sus arcadas. Un gran ejemplo de la burguesía neoclásica de la Barcelona de aquellos años de prosperidad. La planta baja fue destinada a comercios, lo que siempre hemos conocido como “las 7 puertas”, con gran cantidad de bazares.
Su fachada la verdad es una preciosidad, tiene muchísimos relieves donde se refleja el comercio, el mar, un reloj con el dios Cronos que representan el tiempo, medallones con los retratos de Pizarro, Elcano, Hernán Cortés, Colón, Magallanes, y muchísimos símbolos masónicos. Presuntamente Xifré era un masón, muchos dicen que de ahí la forma de sus arcos y que sean 7 sus puertas exactamente, que es el número mágico de los masones.
En ella se inspiraron más tarde para construir la facultad de náutica, la Casa Collasso, la Carbonell, y todo lo que forma la visión que tenemos en el Pla de Palau.

LA Primera foto de España!
En la calle del General Castaños, frente a la Plaza Palacio, se encuentra un pequeño edificio con una placa conmemorativa que dice así:
El dia 10 de noviembre del año 1839 se obtuvo en este lugar la primera fotografía realizada en España.
El Excelentísimo Ayuntamiento de Barcelona y la Agrupación Fotográfica de Catalunya testimonian con esta placa el homenaje de nuestra Ciudad a todos los pioneros de la fotografía española.


Pero un poquito de historia referente a esta primera fotografia:
La cámara en cuestión la trajo de París don Ramón Alabern, junto con un daguerrotipo de la iglesia de la Magdalena de París. Se vendió el 6 de noviembre de 1839 por el precio de compra (1.946 reales de vellón) a la Academia de Ciencias Naturales y Artes de Barcelona, la que abrió un cursillo sobre su uso al que asistieron cuatro alumnos.
El 8 de noviembre de 1839 aparece la noticia de que se utilizará en público en el diario El Constitucional.
Se tomó una fotografía de la Lonja y la manzana de Casa Xifré, mientras tocaba una banda de música militar. El día estaba nublado y la exposición duró 20 minutos.
Se quiso que los curiosos no estuvieran asomados a los balcones de la casa para que no salieran en la foto, un disparo de fusil les avisaría, pero falló, las gacetillas rezaban:
"si algún espectador se desentiende de este ruego quedará indeleblemente marcada en la placa la prueba de su indocilidad".
Días después El Constitucional anunció que se sorterarí la placa el día 14, y se vendieron los boletos a seis reales de vellón cada uno. El agraciado fue el número 56 y nada más se supo de aquella placa.

Bibliogafía:

Historia de la fotografía, Marie-Loup Sougez, Colección Cuadernos de Arte, Cátedra (Grupo Anaya). 9ª Edición (2004)



La imagen que ilustra es un daguerrotipo de una colección particular de Tarragona tomada en el año 1848 en el mismo lugar, pero donde no aparece la Lonja, que fue el tema principal en el daguerrotipo original. Este daguerrotipo, de excepcional calidad, y uno realizado en Cádiz en el año 1840, que recoge unas vistas de las azoteas de la ciudad y que se conserva en el museo Paul Getty de Los Angeles, fueron las primeras fotografías tomadas en España de las que se tienen noticias.

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