viernes, 19 de septiembre de 2008

El bosque energético

Lugar: Miramar,Mar del Plata, Buenos Aires , Argentina.

Interpretacion imagen satelital
Punto rojo- El bosque energético
Punto azul - Museo Punta Hermengo
Punto Verde - Entrada al vivero dunícola Florentino Ameghino
Punto violeta - Monumento al General Albarado, calle 26

Vivero dunícula Florentino Ameghino
Muy cerca del lugar donde termina la avenida Costanera, en la Punta Hermengo se localiza este vivero que tiene una superficie de 500 hectáreas arboladas.
A su entrada encontramos dos iconos importantes para distinguir, el faro de Punta Hermengo y el Cristo de la Hermandad.

El faro dejó de funcionar en 1971 y desde ese momento fue olvidado hasta quedar hoy sólo como un armazón de hierro junto al mar, a punto de derrumbarse. Desde el ámbito oficial, nadie se hizo cargo. El acceso al vivero dunícola "Florentino Ameghino", uno de los principales atractivos turísticos de Miramar, contrasta totalmente con una imagen de tristeza y abandono de una pieza histórica como el "Faro Punta Hermengo", que ve pasar sus últimos días en el olvido, a orillas del océano atlántico, en un estado irrecuperable. Inexorablemente habrá que esperar que su estructura de hierro totalmente corroída diga basta y se desplome en las cercanías del un "Cristo de la Hermandad" que paradójicamente no podrá evitar un final anunciado.


El nombre del vivero se debe al naturalista que realizara en esta zona de la provincia de Buenos Aires numerosas investigaciones del lugar. Fue al comienzo, una sede del Ministerio de Asuntos Agrarios tenía como finalidad fijar los médanos y dunas de esta zona mediante la introducción de especies arbóreas, fue entonces cuando esta estación se convirtió en un verdadero vivero, que muy pronto llegó a ser el punto de origen de las especies más variadas, que luego eran distribuidas a lo largo del territorio argentino.
Dentro de este lugar se destaca una gruta dedicada a la Virgen de Lourdes, que fue construida con madera propia del lugar en el año 1980.
En el vivero se ha establecido el Museo Punta Hermengo.
Este museo se debió al empeño de José María Dupuy (Hijo), que durante muchos años se dedicó con afán a recolectar material de ciencias naturales sobre todo de la zona de los acantilados y de las dunas.
A comienzos del siglo XX José María Dupuy (h) asumió como Subprefecto para ocuparse de la seguridad marítima y de los bañistas que llegaban por ese entonces a Miramar para pasar el caluroso verano. Las inquietudes de Dupuy fueron más allá de sus deberes ya que destinó su tiempo libre en la recolección de material de ciencias naturales que exponía posteriormente en un local del edificio de Subprefectura, ubicado en la rambla. Su amistad con el viajero naturalista Lorenzo Parodi hizo que se contactara con las más importantes personalidades científicas de su época, de lo cual existe una interesante documentación. El mismo Parodi poseía una "chacra-museo" en lo que es hoy día la Diagonal R. Mitre. Dupuy dejó su cargo en 1930 y se trasladó a Quilmes llevándose su colección particular. Similar suerte corrió la colección Parodi que terminó acrecentando el museo de una localidad vecina. Recién en la década del 70, un grupo de entusiastas aficionados impulsó la idea del museo, que se concretó en 1973. Luego de un período de conflictos en el cual la mayor parte del material se pierde, en 1975-1976 la Municipalidad y una Comisión presidida por el Dr. Juan María Duclós Peña y la Lic. Roxana Sciorilli-Borrelli, solicitaron a las autoridades provinciales los edificios ubicados en el Vivero Dunícola "Florentino Ameghino", inaugurándose el museo en 1977. Se le asignaron también cinco hectáreas para su parque propio y futuras ampliaciones, y luego el Vivero pasó a la Municipalidad. Hasta 1983 sobrevino otro lamentable retroceso para la institución y desde entonces se inició una lenta tarea de reestructuración.


Gliptodonte (Glyptodon Munizii), un raro espécimen dentro de los gliptodontidos, con una antigüedad de 500 mil años, anunciaron fuentes del Museo Municipal Punta Hermengo de Miramar, quienes realizaron las tareas de recuperación de los restos fósiles. Los mismos fueron hallados en sedimentos del Pleistoceno del litoral marítimo del Vivero Dunicola Florentino Ameghino, a pocos metros de la avenida costanera. El Gliptodonte tenía 3,5 metros de largo y 1,4 de alto. Su cráneo estaba protegido por una coraza cefálica y su cola con anillos decrecientes y placas con puntas óseas. Su coraza ósea no tenia anillos móviles (como los actuales armadillos), cuya características es propia de esta familia de mamíferos desaparecidos. El tamaño de este caparazón es de unos 2,5 metros de largo por 2 metros de ancho, cuyas placas engrosadas entre si varían de 1 a 7 centímetros de diámetro, las cuales son fáciles de identificar por su forma de "flor". Su masa estimada en vida era de 1,5 toneladas. Su alimentación estaba compuesta principalmente por el pastoreo de hierbas bajas de zonas abiertas. Para llegar al fósil, los colaboradores tuvieron que extraer varios metros cúbicos de sedimento durante varias jornadas de arduo trabajo, puesto que el gigantesco animal prehistórico se hallaba en una posición en la que no se podía acceder en forma directa. Así mismo, se tuvo que preparar una estructura desarmable, única y original para levantar el fósil, cuyo peso estimado era algo mas de una tonelada.

El bosque energético es un lugar muy visitado, las personas van a concentrarse, meditar y a sentir la energía del bosque. También a poner ramas caídas en equilibrio, recoger piñas para 'llevarse la energía a casa' y abrazar los pinos para cargarse de energía positiva.

Desde afuera, sólo es posible observar un tupido y cerrado bosque de coníferas de un fuerte color verde oscuro. Dos construcciones de madera vieja y gastada, que durante el verano conforman un paseo de artesanos donde se venden gemas y artesanías de madera, son la puerta de entrada a un lugar que a simple vista no tiene nada de enigmático.
Sin embargo, la gran cantidad de turistas anuncian que estamos en el lugar indicado. El cartel amarillo de la entrada avisa que no se pueden cortar ramas y que hay que respetar y cuidar el lugar.
A medida que se avanza, el lugar se vuelve totalmente oscuro y la luz solar no encuentra forma de penetrar en el bosque, ni siquiera al mediodía, cuando el sol está arriba. Reinan el silencio y la oscuridad, los olores silvestres, la frescura y la humedad, pero lo que más nos llama la atención es ver los árboles. Crecen de costado, totalmente inclinados, y se cruzan entre sí, por lo que cuando se mira hacia arriba, el techo natural está plagado de ramas que se cierran unas sobre otras. En tierra, por el contrario, queda formado un gran círculo, delimitado por estos extraños pinos.
Hacemos lo que hacen todos los que visitan el bosque: buscamos en el suelo una pequeña rama (las hay por todos lados) y la clavamos verticalmente en el centro que forman los árboles. Luego tomamos otra y la apoyamos en forma horizontal sobre la primera, de modo que quede formada una “T” entre las dos. Y ante nuestra incrédula mirada sucede lo inesperado: la última ramita se mantiene haciendo equilibrio y no se cae. Durante varios minutos repetimos el acto con ramas de distintos tamaños y formas, y siempre ocurre lo mismo: se mantienen sin caerse.

Las diversas hipótesis que han querido explicar el fenómeno de las ramitas son muchas, desde la presencia de un meteorito enterrado, hasta la existencia de flujos telúricos, ionización ambiental, energía cuántica y hasta la antigua existencia de un cementerio indígena. Lo cierto es que el bosque energético existe y “lo de las ramitas”, como aquí llaman al fenómeno, es algo real, verificable con los ojos de cualquier humano, otros datos tambien curiosos es que no se encuentre en el bosque ningún tipo de pájaro a si como tampoco ninguna planta en el suelo y el silencio sepulcral que podras sentir en su interior.
Científicos del mundo de la física como Lord Kelvin, Rutherford, Albert Einstein y Planck, recorrieron el bosque y no pudieron revelar sus secretos. Las causas, más allá de las deducciones lógicas que hacen los visitantes, siguen siendo un verdadero misterio. Quizás, esta incertidumbre sea otro de los motivos para visitar al misterioso bosque. Incluso hacerlo de noche es algo que se puede tornar fascinante.


4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Tuve el privilegio de visitar en tres oportunidades el bosque energético, en todas las veces tuve la necesidad de pedir permiso a ese santuario natural de permitirme entrar, la sintonía energética que sentí es impresionante, el silencio absoluto me conectó con la esencia misma de la tierra, de las coníferas que generosamente desparraman paz, armonía y conección absoluta con nuestro interior, hay personas que abrazan los troncos de los pinos, otras meditan, todo en un silencio abrazador, se busca mejorar de enfermedades, se busca paz, renovación energética, meditación, he conversado con gente del lugar que ha ido de noche y ha visto presencias lumínicas, duendes, magia absoluta. Es visitado por turistas de todo el mundo- He sentido una paz que no se puede transmitir con palabras-
Me gustaría que las personas que lo hayan visitado den sus testimonios.
Muchas Gracias por informar de este santuario natural. Es fascinante-
Lo misterioso es que no es habitado por ningún pájaro, es sombreado el sol tampoco puede entrar, los pinos en lo alto forman una cúpula impenetrable- Grandioso!!!!!

20 de septiembre de 2008, 20:05  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Intrigante relato que habla de los misterios de la Mater Naturae, y nos lleva a reflexionar sobre lo que nos rodea...
Seguro que iré a visitar el lugar, y a comprobar en vivo lo que ofrece el bosque, y sus secretos... guardado por siglos...!

21 de septiembre de 2008, 12:52  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Acabo de ver un documental acerca del bosque, en el que mostraron que cientos de personas mayores van a energizarse, y una última investigación está en condiciones de afirmar que , la energía existente en el lugar puede ser a raiz de haber un cementerio de chamanes en su suelo! Cada vez más interesante!

3 de octubre de 2008, 18:35  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Soy marplatense, y he ido al bosque acá se lo llama el bosque encantado, de noche aparecen esferas de luz, y la energía que se siente no tiene límites, invito a todos a visitarlo. Es alucinante! Invito a todos a dar testimonios

3 de octubre de 2008, 19:03  

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